¡Cuántas veces nos habremos hecho esta pregunta! ¿Existe la puerta de interior perfecta para el hogar? ¿En qué tenemos que basarnos para elegir una u otra para nuestra casa? Son varios los aspectos que hay que valorar si lo que queremos es darle un nuevo aire a nuestra casa o si estamos inmersos en una profunda reforma.
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Lo primero que tenemos que pensar a la hora de escoger la puerta de interior perfecta es que todo dependerá de muchos factores. Por ejemplo, ¿cuál es la decoración de tu casa? ¿Cuánto espacio tienes? ¿Tu casa es algo oscura o por el contrario disfruta de grandes cantidades de luz natural? Son pequeñas cuestiones sobre las que hay que reflexionar antes de tomar una decisión u otra.
Si hay algo que hace ideal a una puerta de interior es que se ajusta a las necesidades de cada hogar. No es lo mismo una puerta que se va a abrir y cerrar con mucha frecuencia que otra que apenas se va a utilizar. Tampoco es lo mismo un estilo decorativo moderno que otro mucho más sobrio o vintage.
Pero sí que hay ciertas características que tienen que cumplir las puertas de interior. Como aislar del ruido, dar intimidad, una buena accesibilidad o que protejan contra corrientes. El estilo decorativo es, por tanto, personal y dependerá de cada familia y de cada vivienda. Si buscas modernidad, quizá prefieres acabados lisos o lacados. Si lo que deseas es calidez, seguramente lo mejor sea acabados en madera y con algún dibujo o relieve.
También hay que tener en mente que la puerta de interior perfecta también dependerá de la estancia a la que nos refiramos. Para cocina y salón, seguramente necesitamos una con vidrios translúcidos, pero esta opción no está aconsejada para los dormitorios.
